¡Gracias, gracias, gracias!
Quiero agradecer a todas las personas que me han sostenido durante todo este proceso…
Todo empezó hace más de 25 años, cuando me sentaba a meditar, sin saber muy bien lo que hacía, tan solo me replegaba sobre mi misma cuando sentía que el mundo me daba la espalda.
Sabía que algo se estaba gestando en mi interior, pero también supe que yo sola no sería capaz de sacarlo a la luz, así es que me puse manos a la obra y empecé a indagar.
Pronto llegaron a mi libros que abrieron mis horizontes, sesiones de psicoanálisis, comencé a practicar yoga y meditación, acupuntura, talleres para gestionar la ansiedad.. y así un largo etcétera.
Más tarde llegó a mi el coaching, al principio me rechinaba bastante, no entendía qué era exactamente ya que yo solo buscaba respuestas rápidas y solo me encontraba con más preguntas.
Sin buscarlo, llegaron a mi vida Desireé y más tarde José Luis, en Cádiz, con los que realicé un preciado trabajo.
Pude ver otro punto de vista acerca de mis sombras trabajando con Sara Gómez, la cual me acercó a la bioneuroemoción.
Un par de años asistiendo a clases de danza contemporánea, improvisación y contact, me ayudó a expresar todo lo que mi cuerpo guardaba. Gracias Paula Carmona.
Me abrí a la vida y esta me honró poniendo en mi camino a un grupo de mujeres maravillosas, llenas de magia, de la cabeza a los pies. Mujeres poderosas, que se atreven a soñar alto y cumplen sueños, mujeres que te sostienen, te levantan y te llenan de naturalidad y alegría de vivir. Gracias María Lamónica, Ana, Magdalena, Tere, Liana…
Y entonces vino otro cambio, otra mudanza… y con ellos vuelta a la soledad y a empezar de cero. Ahora sé que este paso era necesario para poder asimilar todo lo aprendido y poder darle forma.
A los 19 años, salí de casa de mis padres y son cerca de 20 las mudanzas que he vivido. Sé muy bien qué significa, volver a empezar…
En esta nueva etapa, hice mil y un cursos de crecimiento personal, meditación, mindfulness, consciencia de la energía sutil…que me ayudaron a deshacerme de algunas de mis creencias limitantes y a hacer limpieza de todo lo que ya no me servía. Gracias Marta Montesó, Marta Puig, Marta Adell... sí, todas Marta, qué casualidad! También me nutrí de Patricia, Virginia Blanes, Maïte Issa, entre otras.
Poco a poco empiezo a ganar confianza, todo se asienta y gano claridad, empiezan a dar frutos las semillas de todo el trabajo anterior. Es aquí, cuando decido formarme como coach transpersonal, de la mano de Soraya Benthami, gracias por saber mirar bien adentro y traerme tanta luz.
Actualmente, me sigo formando en marketing consciente y sanación energética.
Ha sido un proceso intenso, largo y muy gratificante. Miro atrás y descubro todo lo que he aprendido y las personas que se han cruzado en mi camino, me parece un milagro!
Quiero terminar, mostrando mi más profundo agradecimiento a mis padres, mis hermanos, mis abuelos y a todos mis ancestros que, sin saberlo, me han traspasado tantísimo que no sé que voy a hacer con todo ello!! Sigo transformándolo, poco a poco, consciente de todo el aprendizaje que esconde. Gracias infinitas!
A mis hijos, mis maestros. Gracias por enseñarme a conectar con la mujer que habita en mi, en otras versiones propias, las que me gustan y las que no. Gracias Gael y Leo.
Y a ti Lorenzo, mi amor, mi compañero, ¿qué te digo…? ¡Que te quiero! Gracias por confiar en mi, aceptarme tal y como soy y apoyarme desde el minuto uno en que nos conocimos. Gracias por tu efecto Pigmalión!