Así es… si lo que buscas es un cambio, empieza hoy!
Nos gusta procrastinar, palabra de moda que define muy bien lo que hacemos.
Procrastinar, etimológicamente, significa postergar hasta mañana. ¿Qué hay de malo?, seamos realistas, pues que ese “mañana” nunca llega.
Los seres humanos, en lo relativo a los placeres, somos “cortoplacistas”. Preferimos tener ahora nuestro pequeño placer que dejarlo para otro día.
En este post, con placer, me refiero a sentirme plena, sentirme bien, pero para ello, deberé enfrentarme a mis sombras, mis miedos, mis inseguridades y trabajar en ello. Pues bien, en la mayoría de los casos, evitamos y procrastinamos este momento, en busca del placer de no salir de mi “zona segura”, la que conozco bien y no me hace indagar en mis profundidades. Siento que algo no va bien, pero sigo funcionando en automático. Lo dejo para mañana y mañana para el siguiente mañana. Así, querida amiga, lo único que pasa son los años.
Y como te decía en el post anterior, la vida avanza inexorablemente, los años pasan y un buen día te encuentras con una realidad que, por otro lado llevas años viviendo, pero que repentinamente resulta que no te gusta nada, así de un día para otro!
Y de esta manera tan tonta, el caos se instala en tu vida, porque sientes un anhelo, un vacío y no sabes de qué se trata exactamente.
Se abre la brecha de la insatisfacción… Puedes taparla, no querer verla, obviarla, dejarlo para otro día, pero seguirá ahí. En realidad, es tu alma pidiéndote a gritos que no sigas por ese camino, que ese no es tu lugar o que ha llegado la hora de tomar acción.
No solemos escuchar mucho a nuestro cuerpo, le hacemos más caso a nuestros pensamientos y tendemos a identificarnos con ellos: “no soy capaz, esto no es para mi, nadie me respeta, no soy buena en esto…” ya está bien!!
Somos mucho más que una retahíla de pensamientos que nos llevan a vivir en automático. Si esta idea resuena es ti, es que ha llegado tu momento y te encuentras al principio del camino, el sendero del autodescubrimiento.
Me gusta esta frase, yo misma he sido y soy alumna una y mil veces, pero solo cuando es mi momento, avanzo en la materia
“El maestro aparece cuando el alumno está preparado”
Puedes hacer la prueba y leer un libro en una determinada época de tu vida, pasan los años y lo vuelves a leer ¿Qué pasa? ya no parece el mismo libro, ha adquirido otra perspectiva, otra profundidad o incluso cierta superficialidad. ¿Por qué? porque tus circunstancias han cambiado y ya yo te mueven los mismos valores que cuando lo leíste por primera vez.
Con el crecimiento personal ocurre lo mismo. Lees un artículo, noticia, libro o blog y tomas lo que es para ti en ese momento, el resto, parece de otro planeta, no resuena en ti, no se adapta a tus circunstancias actuales.
Estoy segura de que si dejas pasar un tiempo y vuelves a leer lo mismo, lo aceptarás de otra manera. Para empezar, no será la primera vez que llegue a ti esa información y tu “mente” ya no estará tan a la defensiva. Puede que tus circunstancias hayan cambiado y que ahora comprendas, plenamente, a qué se referían palabras tales como: responsabilidad, víctima, amor incondicional, perdón, plenitud…
No recorrerás el camino en unos días, pero sí has de estar comprometida en situarte al comienzo del nuevo sendero que quieres tomar
Hoy empieza todo… ¿quieres vherlö?
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