Bienvenida

¡Bienvenida a este espacio!

Hace ya un tiempo que decidí compartir mi visión del mundo con otras mujeres. 

Mujeres conocedoras de que la inercia de su vida les ha llevado a transitar caminos que nunca hubieran imaginado. Yo misma estuve ahí, perdida, sola y sin saber qué hacer…

Me hubiera gustado, tener a mi alcance, una mano salvadora que me hubiera ayudado a huir de mi, porque era eso lo que realmente estaba haciendo, huir de mi misma.

Deseé con todas mis fuerzas que alguien me salvara, pero tuve que caminar ese sendero, para convertirme en la mujer que soy hoy en día. Es ahora, con el paso de los años, que he logrado entenderlo, antes era más bien algo así como:

“¿Qué puñetas he hecho yo para merecer esto?”

Si no estás en uno de los mejores momentos de tu vida, te invito a que lo veas como un “se acabó”, una oportunidad de cambio. ¿Has oído el refrán? “No hay mal que por bien no venga”, bendito refranero, encierra grandes dosis de sabiduría.

Piensa en que nada es eterno, o sí, pero con otras texturas, otra sutileza. Todo es pasajero, lo bueno, lo malo, la vida, los problemas, la soluciones…tan solo ocupan un instante en tu larga vida. Nos empeñamos en hacer los problemas infinitos y los proyectamos en el futuro. 

Quizás hoy no te sientas con ganas, estés harta o cansada, pero la vida es nueva cada día y nos trae nuevos despertares, nuevas oportunidades.

Nos gusta o tal vez, no sepamos hacerlo de otra manera, imaginarnos el futuro en base a nuestras circunstancias actuales, en base a nuestro cansancio, nuestros miedos, nuestra inseguridad, ese no sentirnos capaces…pero no siempre estamos así, otras veces, en cambio, nos sentimos llenas, pletóricas, amorosas y vemos la vida con otros ojos.

Es como una rueda…hoy estoy abajo y mañana arriba. Se trata de mantener alta tu energía y vibración, para que, en los momentos de bajón, hayas adquirido la claridad y consciencia necesaria para darte cuenta de que tienes que ponerte “manos a la obra” con ese acontecimiento que te ha sacado a relucir todo lo que llevas por dentro.

No se trata de contar las veces que caes, el quid, reside en buscar y encontrar  la fuerza necesaria para recoger los mil y un pedazos y reconstruirte desde dentro, sabiendo reconocer qué piezas ya no encajan en ti y cuáles son las nuevas que quieres incorporar.

¿Qué te ofrezco? Que aprendas a conocerte mejor, a saber cómo funcionas a niveles más profundos, para que cuando lleguen los días densos, tengas las herramientas suficientes para saber salir airosa y con gracia de ellos.

¿Quieres vherlö?